Muebles de bambú y ratán: inspiración retro para un verano perfecto

24 Jul Muebles de bambú y ratán: inspiración retro para un verano perfecto

Los tenemos grabado a fuego en nuestra memoria y siguen siendo un clásico cada verano. Los nuevos diseñadores reinventan sus formas y juegan con los materiales, tratando de mantenerse fieles al estilo original. ¿Ya sabes de qué tipo de muebles estamos hablando? Vale, el título se ha chivado un poco, pero piensa un poco más… Ahora, ¿podrías describirlos sin necesidad de ver una sola imagen? Quizás todos los que estéis leyendo este post y nosotros mismos, hayamos llegado a la misma conclusión y hayamos pensado más o menos en el mismo tipo de mueble. Puede, incluso, que algunos de vosotros hayáis viajado en el tiempo hasta vuestra niñez, a la casa de vuestros abuelos. Exacto, vamos por buen camino. Sigamos reconstruyendo un poco más nuestro recuerdo…

Era verano. Junto a la piscina, en el patio o en el porche de la casa familiar, sobre la hierba, unos bonitos azulejos de barro o un suelo empedrado, unos muebles de caña de bambú y ratán trenzado, en las que nos sentábamos a merendar una rodaja de sandía. Con un enorme y mullido cojín de flores o con algún estampado tropical, respaldo recto o conformado por unas finas varas que se entrecruzaban y crujían si nos movíamos demasiado.

Nos remontamos a un verano cualquiera entre mediados de los 70 y principios de los 90. Después ese tipo de muebles, empezaron a ser sustituidos por otros más modernos, realizados en madera tropical, hierro forjado o materiales sintéticos. Todo resquicio retro empezó a considerarse ‘kitsch‘ o cutre a principios del nuevo milenio. Desde entonces, todo empezó a teñirse de blanco y entraron en escena las resinas y el aluminio, todo mucho más económico y más resistente a los elementos. La tendencia vuelve a cambiar, o mejor dicho, a diversificarse hace unos pocos años, con el auge del amor por lo vintage o lo retro; por la reutilización de muebles antiguos y con historia; a recuperar piezas realizadas artesanalmente. Quizás la culpa de ello, la tenga Internet como canal de intercambio de ideas y de nacimiento de tendencias, o puede que, de nuevo, se cumpla con la premisa del ‘todo vuelve a ponerse de moda’ (y en este caso, los muebles y la decoración no iban a ser menos).

No hay nada más veraniego que un sillón con respaldo de ratán o un sofá con gruesas cañas de bambú. Vuelve lo retro, pero bien llevado y actualizado. De esa manera, vemos cómo proliferan de nuevo en revistas y blogs de decoración piezas como la ‘Peacock Chair’ (el sillón Pavo Real) o ‘Emmanuelle’, mecedoras como el modelo ‘Louisiane’ o sillones con otomana como los realizados por el diseñador Franco Albini a mediados de los 50.

Estos iconos estéticos propios de la segunda mitad del siglo XX son considerados en la actualidad, como pequeños tesoros. Piezas anheladas por los amantes de la decoración y las tendencias. Consideradas como ‘muebles fetiche’ con los que dar un punto original y diferente a cualquier ambiente actual. Un punto discordante que llena la estancia de personalidad y frescura, y que, casualmente, casa perfectamente con cualquier decoración urbana, en la que el eclecticismo y la fusión de estilos es un grado.

Estos muebles realizados con materiales 100% naturales y de manera totalmente artesanal, han sido un básico veraniego, con mayor o peor fortuna, pero en pocas ocasiones, decoraban los interiores de un hogar en la ciudad. Acostumbrados a verlos en un apartamento o chalet durante el verano, quizás nos resulte chocante, verlos combinados con la decoración habitual de nuestro hogar. De nuevo, gracias al amor por la fusión de estilos y por la recuperación de muebles antiguos, vemos cómo estos pueden quedar perfectos en cualquier rincón de nuestro hogar. Un salón decorado con un sofá moderno y una lámpara de acero cromado, una alfombra kilim ligeramente desgastada, suelos de madera o azulejo estampado, y un sillón de bambú con el respaldo trenzado: garantía de éxito.

Por ejemplo, vemos una casa situada en Melbourne (Australia) construida en la década de los 70. Un espacio diáfano y surcado por amplios ventanales, en el que se ha querido conservar su esencia original. Una decoración ecléctica con referencias constantes a la época, marcadas por muebles realizados a partir de fibras naturales, y piezas modernas, que actualizan el estilo y lo adecuan a los gustos de sus dueños.

Y tú, ¿ya tienes la tuya en casa?

Fuente de las imágenes: Pinterest – Inside Out