
01 Jul Alta cocina, flores, preciosas lámparas y accesorios vintage para ‘La Ménagère 1896’
En Florencia surge un nuevo y flamante restaurante, nacido de las cenizas de unas galerías en las que las damas del siglo XIX podían adquirir sus accesorios de decoración para que su hogar y su mesa lucieran espectaculares y perfectos en cualquier ocasión. Haciendo honor a su pasado, ‘La Ménagère 1896‘, rinde tributo a la esencia del establecimiento original. Con 1500 m2 de superficie distribuidos en dos plantas, este edificio histórico, reconvertido por el estudio de interiorismo Q-Bic, en un precioso y original restaurante, conserva el encanto y la magia de la tienda de telas y decoración para el hogar.
Paredes al desnudo, que dejan entrever el muro original; muebles y accesorios vintage restaurados y reutilizados, que combinan con piezas actuales inspiradas en la estética de la época; plantas y flores que cuelgan o adornan cualquier rincón; y lo más importante, lámparas de distintos tamaños, formas y estilos que nos hacen mirar irremediablemente hacia sus magníficos y altos techos abovedados.
Cada uno de los accesorios de iluminación que adorna este restaurante pertenece a la última colección de la firma italiana Karman y juega con distintos materiales como la fibra de vidrio, el hormigón, la cerámica, el cristal o el hierro. Lámparas de sobremesa, de pie o de techo creadas por distintos diseñadores y realizadas en cualquiera de los materiales citados, que contribuyen a una estética que danza entre lo industrial, lo vintage y lo moderno, dando lugar a un espacio ecléctico, único y lleno de encanto.
Por ejemplo, el gran comedor se ilumina con unos faroles Kimono en fibra de vidrio blanca y colgantes de Settenani en hormigón, como los diseñados por Edmondo Testaguzza. Por su parte, la galería y una mesa de 18 metros colocada a lo largo de ella son iluminadas por una tira de bonitas Déjà-vu Nu, realizadas en cerámica blanca y con brazos individuales cubiertos de hojas de acanto, que cuelgan a distintos niveles como si se tratase de lámparas de suspensión. En una sala anexa y privada cuelga el modelo Au Revoir, una preciosa e imponente lámpara de cristal blanco, diseñada (como la Déjà-vu Nu) por Matteo Ugolini. Sobre la cocina y el corredor, encontramos las lámparas Gangster de la colección Via Rizzo7, realizadas en cerámica blanca brillante y cerámica mate.
Para la zona Artemisia, una esquina cubierta de flores de temporada y decorada con preciosos muebles vintage, vemos dos modelos de estética industrial: la Lucilla, una lámpara de suspensión con estructura de hierro y la Life, cubierta con una pantalla de tela antigua. Ambas son un diseño de Matteo Ugolini para esta firma italiana de iluminación.
Por otra parte, la zona del bar es iluminada por unas Alì e Babà, unas lámparas con cuerpo torneado y lacado en blanco, terminadas con una pantalla de tela semitransparente y muy delicada. A continuación, pasamos a la zona de bar y pastelería iluminada por el modelo industrial Nando, realizado a partir de un tubo de metal micro-perforado, diseñado por Luca De Bona y Dario De Meo. Estas piezas iluminan la estancia con suavidad, dándole un aire moderno y sobrio, sin descuidar la estética de café italiano.
Por último, pero no menos importante, encontramos su tienda de menaje, un reducto que nos recuerda a su esencia original. Una estancia decorada de forma exquisita en las que las flores y las elaboradas lámparas Mek, diseñadas por Bizzarri Diseño, sirven de telón de fondo para utensilios de cocina, ropa para el hogar o complementos de decoración de todo tipo.
Esta línea de lámparas aglutina todos los elementos conformando una estética muy definida y única para un restaurante de alta cocina, con esencia vintage y aires industriales.
Fuente: Infurma – Archilovers
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